Mérida (12/05/2019).- El más reciente estudio realizado por el Observatorio de Derechos Humanos de la Universidad de Los Andes (ODH-ULA) sobre el sector universitario determinó que el Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología (MPPEUCT), impulsa una economía deficitaria a través de los respectivos presupuestos.
Tal situación ocurre desde el año 2010 cuando el presupuesto de las universidades autónomas es reducido dramáticamente, limitando así su funcionamiento como centros de generación de conocimiento.
A propósito de la repudiable toma del Rectorado de la Universidad de Oriente (UDO) en el estado Sucre, en la cual personas afectas a Nicolás Maduro exigen rendición de cuentas sobre el manejo de los recursos asignados a esa casa de estudios superiores y el cumplimiento de beneficios y providencias estudiantiles, el ODH-ULA dio a conocer detalles de la investigación realizada, en la que muestra la crisis a la que están sometidas las universidades y que tiene su génesis en la asfixia presupuestaria de la que son objeto de los gobiernos de Hugo Chávez y Maduro.
Así las cosas, se conoció que los gastos de personal universitario presupuestados por el MPPEUCT disminuyeron desde 8,4 millones de dólares en el año 2004 hasta 300 mil dólares en 2017, obligando a las universidades a depender de la elaboración de maquetas para la solicitud de créditos extra presupuestarios, los cuales son potestad exclusiva del Ejecutivo Nacional y además son aprobados con opacidad y discrecionalidad.
Para el ODH-ULA el impacto del déficit presupuestario en gasto de personal universitario afecta directamente la calidad educativa, por lo que la reducción drástica de los dineros públicos destinados al pago del recurso humano causa desestimulo en el mismo.
En el informe se resalta también como la restricción presupuestaria ha ocasionado la migración forzada del personal universitario, en detrimento de la calidad de formación educativa y del desarrollo del país.
Sólo 3 dólares para libros y revistas científicas
La comprobable política de reducción presupuestaria que aplica el MPPEUCYT a las universidades del país muestra las intenciones del gobernante Maduro de acabar con las casas de estudio superiores, la diversidad de ideas y la pluralidad del pensamiento, pues la partida de libros y revistas científicas casi ha desaparecido.
En el año 2017 el MPPEUCT presupuestó sólo 3 dólares para libros y revistas para todos los entes descentralizados adscritos a dicho ministerio.
En cuanto a la compra de equipos de procesamiento de datos y paquetes de computación (software), la partida fue reducida de 2 millones de dólares en 2004, a sólo 984 dólares para el año 2016 para cubrir la demanda de todas las universidades.
La no disponibilidad de libros y revistas científicas, así como los equipos tecnológicos, es para el ODH-ULA una limitante sustancial de la investigación y actualización de conocimientos en las diversas carreras profesionales, lo que se traduce en retroceso y bajo nivel académico.
Estudiantes becados con 5 dólares
Preocupado por el desarrollo de las universidades y sus comunidades, el ODH-ULA resaltó en el informe la irrisoria cantidad de dinero con la que han sido becados los estudiantes a través del programa Fundayacucho.
Y es que de forma más específica, el Observatorio de la ULA refiere que en el año 2017 el proyecto Nº 5228, correspondiente al “Sistema de atención integral al estudiante universitario para fomentar las áreas prioritarias establecidas en los planes de desarrollo económico y social de la nación” de Fundayacucho, contó con un presupuesto de 352 mil 744 dólares para el otorgamiento de 75 mil 407 becas; es decir, solo 5 dólares para cada estudiante becado al año.
Otro caso es que Fundayacucho pasó de 39 millones, 444 mil, 880 dólares en el año 2004, a 121 mil 168 dólares en el año 2017, lo cual es una reducción significativa de recursos para un programa que inclusive tiene convenios de becas internacionales.
Vale acotar que para el año 2017 se presupuestaron solo 284 dólares para “Becas de capacitación e investigación en el exterior”.
Los estudiantes en el exterior también sufrieron la consecuencia de la política de desinversión de Nicolás Maduro en el área universitaria y es que en el año 2017 el proyecto Nº 5399 de Fundayacucho, referido a la “atención integral al estudiante internacional de la República Bolivariana de Venezuela,” contó con un presupuesto de 33 mil 450 dólares para 2.050 estudiantes inscritos en el mismo; es decir, cada estudiante venezolano en el exterior recibió al año apenas 16 dólares con 32 centavos de dólar para continuar su formación académica.
El ODH-ULA aseguró en su informe que la falta de financiamiento e inversión en los proyectos del recurso humano y sus casas de estudios superiores, impacta directamente en la accesibilidad, disponibilidad y calidad de la educación universitaria en Venezuela y compromete el desarrollo y el futuro del país.
Dinero para los sumisos
La directora del Observatorio de la ULA, Mayda Hocevar, contrastó la realidad de las universidades autónomas, con “el despilfarro de recursos en universidades proselitistas”.
Sobre el particular refirió que el informe deja claro el contraste de dos tipos de inversión en el sistema educativo universitario, pues dijo que desde el año 2004 hasta el año 2017, la Misión Sucre y la Universidad Bolivariana han recibido vía presupuesto público, créditos adicionales y asignaciones puntuales por proyectos del MPPEUCT, cerca de 2 mil 250 millones de dólares.
Resaltó que el pasado 9 de mayo Maduro aprobó mil 330 millones de dólares para la Universidad de las Ciencias de las Salud “Hugo Chávez Frías”, mientras que las universidades autónomas y bicentenarias no tienen como garantizarle el transporte, las guías de estudio, la alimentación y las becas a sus estudiantes.
Esos recursos, aseguró Hocevar, son para financiar un sistema paralelo de educación superior que no tiene la robustez ni la calidad académica de las universidades autónomas y que en lugar de ser centros de enseñanza, se han convertido en centro de operaciones y salas situacionales para favorecer la implantación del modelo socialista y el culto personalista a los líderes del PSUV, lo que deja en evidencia la discriminación y la desinversión para las universidades que mantienen firme sus principios de universalidad y pluralidad. (Prensa ODH-ULA).